Poemas de "Donde estoy no hay luz y está enrejado"
Cuando los hombres acaben de botar a Dios
lo recogerán los animales;
las palomas: esas siempre lo han tenido.
Las hojas de los arboles
estarán más que contentas
porque lo van a tener del todo,
jugando por las copas
como un niño que nada entre la espuma…
Viaje interior y otras décimas
Hay que sanar y seguir
no vivir en el ayer.
Y te puede parecer
algo fácil de decir;
debemos luchar y no huir
de tantos besos de Judas,
de las memorias agudas
y todo lo que nos ate.
Se nos acaba el combate
yo pongo fin a mis dudas.
Poemas de "A la otra orilla"
1
Perdure tu esencia
a tu encanto mi canto
ruego a tu hado.
49
De la isla al istmo
por río a la península
hasta la otra isla.
El hondo corazón del Yeti y otros poemas
Yeti se sumergió en el hondo corazón de la rosa.
La rosa, dentro de ella misma, fue agrandándose,
cayendo en su propia hondura, pétalo a pétalo,
hasta llenarse el corazón de sustancia Yeti.
Hasta estrellarse en suelo Yeti. Allí, él la levantó,
y le mostró el camino para la tala de espinas,
y por ese trabajo hacia adentro, ella las cortó y le hincaron la voz.
Fragmento de la novela "Mi nombre es polvo"
Supe que sería el más grande tatuador en la historia de la especie humana aquella tarde en que escribí mi nombre en la piel arrugada y babosa del sapo albino que mi padre trajo de regalo a mi hermana Layda, amante de los bichos raros.
Tatué mi nombre como había visto hacerlo a los delincuentes del barrio: con agujas untadas de tinta china, mientras aquel pedazo de carne blanca se contorsionaba con cada pinchazo intentando zafar sus patas pegajosas de los cuatro clavos con los que decidí aprisionarlo sobre un tablón del piso en el sótano de la casa.
Fragmento de la novela "Mariposa Mentalis"
La mañana del viernes 23 de agosto, el Sumo Pontífice visitó al presidente de la República, Carlos Lleras Restrepo, en el Palacio de San Carlos. Más tarde, se movilizó en helicóptero a la población de Mosquera, donde se reuniría con los campesinos y presidiría la eucaristía para la concentración de trabajadores, empresarios y universitarios en el Campo Eucarístico. Bendeciría las instalaciones de Acción Cultural Popular, el exitoso programa educativo a distancia fundado por el profesor invisible, José Joaquín Salcedo, hacía 20 años y cuya joya en la corona era Radio Sutatenza.
Galán de noche
Un héroe cuya única ambición es cultivar su jardín. Suena romántico. Y lo es. Aun cuando resulte inapreciable para algunos. En Villa Encantada impera la diversidad, como en el zoológico. Y a Dios gracias. En lo que a mí respecta, por ejemplo, el héroe es adorable mucho más por jardinero que por héroe. Si no fuera por lo que hace, por encima de lo que es o lo que fue, él y yo no habríamos sobrepasado nunca los límites del saludo habitual entre vecinos. También el galán de noche hizo lo suyo. Esas inflorescencias claras, de blancos o amarillos verdosos, brotando en racimos de muchos capullos que invaden el anochecer con su fragancia.
Clinica del dolor
Supo desde el principio que no iba llegar a la carretera. Le dieron fuerte. Cada combinación posible de patadas y puñetazos en cada miserable milímetro de su cuerpo. Más que dolor, siente cansancio. Y la carretera está lejos. Debe arrastrarse, salir del marabuzal, deslizarse bajo la primera alambrada, arrastrarse, cruzar el potrero, los charcos, las matas de sensitiva, los malditos arbustos de aromas, los odiosos mogotes que la gente llama “sertanejos” formados por la humedad o por antiguas roturaciones del terreno, cruzar una segunda cerca, arrastrarse y arrastrarse durante horas, dejar su maltratado pellejo en el pedraplén y, finalmente, quedarse bocarriba…
Zona congelada
Durante su participación como autor invitado a la XXII Feria Internacional del Libro de Miami, el escritor Roberto Madrigal apuntó que su novela “Zona congelada” (CBH Books, 2005), era la primera novela sobre los sucesos de la embajada del Perú, hechos ocurridos en Cuba en 1980. Creo que esa afirmación aparta, indebida e innecesariamente, su libro del curso testimonial que su pieza literaria conlleva. Otros volúmenes afines han sido publicados sobre el tema, entre ellos: “La embajada del Perú: un salto a la libertad” (1984), de Sergio Galán Pino; “Al borde de la cerca” (1987) de Nicolás Abreu Felippe, ambas novelas testimonios sobre aquellos acontecimientos;…
Un salto a la inconmensurabilidad del universo
“El hondo corazón del Yeti” es un libro polinizador. Sus versos actúan como células procreativas que penetran en nosotros, súbitamente, por derecho de conquista, nos anegan, despertando añoranzas a veces recónditas, al tiempo que fecundan sensaciones destinadas a desarrollarse en nuestro interior como experiencias vitales. Leerlo es asistir al despliegue de una personalidad poética y de un estilo que demuestra haber alcanzado la plenitud convirtiendo lo común en fuente de belleza sublime, haciendo tangible lo etéreo, a una escala que desborda incluso la sensorialidad y el intelecto.
"Indómitas al sol: Cinco poetas cubanas de Nueva York"
Con una simbólica portada de la meritoria artista cubana residente en Nueva York, Gladys Triana, titulada "Memorial X", celebramos hoy la aparición de la segunda obra en conjunto de las ya muy conocidas, "Cinco poetas cubanas de Nueva York", publicada este año por la Editorial Betania. Y es natural que así sea, ya que la misma Gladys Triana había sido escogida para ilustrar la primera publicación en grupo de estas escritoras en 1991, y muy bien que lo logró con su acertada acuarela y lápiz -"Homenaje a Alexandra Exeter"-, como admiración a la brillante y malograda creadora de la vanguardia rusa emigrada a París.
Destino de la literatura
Es probable que en el siglo diecinueve y aun en la primera mitad del veinte, a nadie se le hubiera ocurrido cuestionar la continuidad de la literatura, dudar de su capacidad de supervivencia, o postular su desaparición. Sin embargo, en una época en que la alta (y más rentable que alta) tecnología nos desplaza del centro de importancia de nuestro propio mundo, y nos convierte en criaturas superfluas, en meros pretextos para que existan, avancen y se multipliquen los artefactos tecnológicos;…
Entrevista a Luis Cino Álvarez
“En una Cuba democrática concibo el arte y la cultura como único pueden ser si aspiran verdaderamente a serlo y no simples encargos del poder ni bufonerías de cortesanos: libre, sin censuras ni ataduras ideológicas”.
Luis Cino Álvarez (La Habana, 1956) Escritor y periodista independiente desde 1998. Fue miembro del Consejo de Redacción de la revista De Cuba y de Primavera Digital. Colaborador habitual de Cubanet desde 2003. Ha publicado los libros Los tigres de Diré Dawa (Neo Club Ediciones, 2014), los más dichosos del mundo (Neo Club Ediciones, 2018) y Volver a hablar con Nelson (Bokeh, 2022). Reside en Arroyo Naranjo, La Habana.
En la actualidad, Luis Cino Álvarez es uno de los periodista y escritores cubanos independientes más contestatarios. Su destacada labor periodística y literaria la ha llevado a cabo en el insilio cubano, es decir, al margen de los círculos culturales oficialista y, por tanto, a merced de la censura y la represión del régimen castrista. Recientemente, le concedió esta entrevista a Insularis Magazine.
Fragmento del libro "Del dicho al hecho". La leyenda de las sanidad en Cuba (1902-1924)
El Estado Cubano ha convertido lo relacionado con la salud en una red centralizada. Todo hospital, casa de socorro, mutualidad, cooperativa, centro sanitario, laboratorio o agrupación profesional privados fue expropiado por el gobierno en la década de 1960. Escasas excepciones quedaron fuera de esa nacionaliza- ción: el Hospital Psiquiátrico de los Hermanos de San Juan de Dios en el reparto Los Pinos, en La Habana; algunas residencias de ancianos de la iglesia católica; unas cuantas consultas privadas de médicos graduados antes de 1959 – a los nuevos profesionales, graduados a partir de 1959, ya no les dejarán ejercer la medicina privada o mutualista.
Fragmento de "Perdimos todos", capítulo del "El ingenuo"
La zafra de los diez millones de toneladas de azúcar no se logró a pesar de deforestar tierras, en cambio consiguieron colgar hojas de parra a toda idea no afín.
Reinaldo se desmarcó muy pronto al darse cuenta de la deriva totalitaria, rechazando “proyectos políticamente correctos”. En una ocasión un conocido al que le habían asignado un cargo relevante en los primeros años de la revolución, le dijo: «—¿cuánto quieres ganar?», a lo que él respondió: «—Lo que mi trabajo amerite».
Para muchos, ese atronador discurso a los artistas e intelectuales fue un baño de desesperanza, palabras que por desgracia siguen de actualidad con los nuevos regidores:
Esto significa que dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada.
José Martí: espectador y cronista de la sociedad moderna norteamericana
Leemos a Martí desde la aparente sencillez de unos versos, desde su intimidad epistolar e incluso desde su oratoria como una categoría cultural de la cual no podemos fácilmente desprendernos. Pero sabemos que fue más que eso. Lo leemos como poeta y escritor, para mí el más grande de su época, pero al unísono sabemos que fue un espectador; el gran espectador de su tiempo. Probablemente, el mejor conocedor de la historia y la sociedad de la segunda mitad del XIX estadounidense.
Asomémonos entonces al contexto de su época. Durante el primer mandato de Cleveland (1885-1889) tuvo lugar, después de varios fracasos y disensiones, el surgimiento y organización del movimiento obrero en los Estados Unidos…
Fragmento de "El ruido de los libros"
Una mesera centroamericana con dos flechas tatuadas en la muñeca se encarga de apaciguar mi impaciencia con un café cubano: “con poca azúcar, por favor”, me apresuro a precisarle. En unos minutos debe hacer entrada el escritor Luis De la Paz, un empedernido promotor de la vida editorial y literaria en Miami desde hace más de 40 años, autor también de una rica obra literaria compuesta por crítica, ensayo y narrativa. Un marielito que no se ha bajado nunca del potro de la escritura y defensor de los escritores ninguneados por las grandes editoriales y el sectarismo literario. Mi tocayo trae su último proyecto hecho realidad en forma de libro. Se trata de Cuentos y poemas, la más completa compilación de textos del escritor desaparecido Leandro Eduardo “Eddy” Campa (La Habana, 1953, EEUU-¿…?),…
Damaris Betancourt
Damaris Betancourt. Nací en La Habana en 1970. En 1988, a pesar de mis reticencias, comencé los estudios de Licenciatura en Derecho en la Universidad de La Habana, que más tarde interrumpí, puesto que mi verdadera vocación era el periodismo.
Por fortuna mis conocimientos previos de alemán me permitieron colaborar con varios fotógrafos y documentalistas suizos que llegaban a Cuba para documentar la realidad del país tras la caída del muro de Berlín y del bloque comunista. En medio de aquellos acontecimientos, Cuba era vista como una sensación por los ojos del mundo libre, desde que había decidido continuar en solitario el rumbo del socialismo.
Esta experiencia me abrió los ojos a un mundo más allá de las costas de mi isla, y al universo de la fotografía. Descubrí la fuerza que hay en la imagen fija y me incitó a adoptarla como herramienta de expresión, en lugar de la palabra escrita.
En 1993, con apenas 22 años, llegué a Zúrich para participar en el proyecto «Ricardo, Miriam y Fidel», un documental del realizador suizo Christian Frei, que trata uno de los aspectos más nefastos de la tragedia cubana en las últimas seis décadas: la ruptura familiar.
Desde entonces he continuado formándome de manera autodidacta a través de la colaboración en otros proyectos cinematográficos y periodísticos. Desde hace más de 30 años mis fotografías se publican en diversos medios de comunicación suizos e internacionales.
Trabajo y vivo con mi familia en Zúrich.
Palabrerías y otros poemas inéditos
Consiste en el exceso de basura
que justamente repartida
engorda apetito de la sombra
extravío que aplaude el fervor
de sentencias y barajas:
excelente precio para enfermos
gracias a los terapeutas
que siembran chatarra:
Tres poemas de Joseph Brodsky
Todos los perros devorados. En el diario
no queda una hoja en blanco. La foto de la esposa
se cubre de palabras a modo de rosario,
clavado en su mejilla el lunar de una fecha dudosa.
Le sigue la foto de la hermana. Tampoco la respeta:
¡se trata de la latitud alcanzada! Y, cada vez
más negra, por la cadera trepa la gangrena
como la media de una corista de varietés.