Cuadriga y otros poemas, con nota crítica de Luis Álvarez
JESÚS J. BARQUET - LUIS ÁLVAREZ
Poemas tomados de Un hambre antigua (Bokeh, 2025)
CUADRIGA
Con silencioso
cascabeleo
cruza el papel
de arriba abajo
una cuadriga
de caballos de fuego.
A su tropel
súmase el apagado
crepitar de las llamas,
el apacible
resuello del herraje.
Cual dos espuelas,
van mis ojos oyendo
en cada letra
el cabalgar
de adeptas herraduras,
limando el resoplido
callado que las cubre,
zanjándoles la piel
—el rostro fiero—
en que sin prisa
el costillar
resiste en sólo imagen.
MUDANZA
Sé que creía en ángeles: jovenzuelos
turbios de ojos cansinos en temprana estación,
risueños como lilas acabadas de pintar,
como bocetos que se quieren esbozar,
temerosos de Dios y de la Virgen,
vistiendo siempre una ceñida y abierta
camiseta azul.
Hoy canto su reverso:
cuerpos robustos y ásperos de profusa
y maciza provisión que desborda mis brazos,
opacos como troncos de nunca pernoctar,
como racimos mudos a la hora de entablar
una ingestión más profunda, atroces
filones de epidermis
que arrojan contra el suelo
en pleno desgarrón su desteñida
camiseta azul.
LA VERDAD
Por un paraje, al descubierto, transita
con sus pasos de barro
la verdad.
Sin poder reconocerla, todos
la ven pasar cabizbaja, soñolienta: no saben
o no recuerdan su nombre, y aquellos
más enterados o audaces confunden
a plena luz su cuerpo con sus sombras.
Tampoco hace nada la verdad
para que la reconozcan.
Harta de hablar, hasta en sus prendas
revela una grisura,
un irresuelto desgarro, un derrumbamiento,
y ni levanta de la tierra los ojos
para advertirnos:
tal vez
lo crea innecesario y prefiera
sola cuidar de sus pasos, no caer, encontrar
de yerro en yerro una forma
creíble de arraigarse.
INDESCRIPCIÓN
Al otro lado no hay nada
y quizás sea eso la dicha:
no hay árboles de sombra presurosa
ni humo ni mar ni luz ni solitarias
hojas de otoño a la deriva.
Tampoco hay caricias allí
y aunque parezca una paz dulce,
casi piel hecha de hojuelas,
inhabitable y ruda podría ser: su reclamo
una voz muy difícil de aplacar.
Así, a mis intentos de atender su llamado
acude siempre la imagen de un deterioro.
Apenas enciendo el laptop
y en tropel las verdades,
cual perlas en su cóncava hospitalidad,
hacen a mi lengua flaquear y volverse
un balbuceo de frases e inflexiones
que anoto íncubo y mudo en el rocío
erecto que se arriesga, sin más, por el paisaje
al que corresponda esta fallida indescripción.
REVOLUCIÓN (1959…)
1.
Tranca la reja del prado
y que el rebaño apaciente
su nulidad:
que callejee sin reparo
por el terruño carente
de voluntad.
Y esparce tu zurdo embriago
sobre la bella durmiente:
la Libertad.
2.
Esconde afuera
lacia ciruela pasa
su viejo oxímoron.
No fiel si castra:
zancadas de fanfarria
y sin razón.
¡Cuánto le cuesta
a todo verdeolivo
su extremaunción!
3. (Brull, Eliseo)
R por R
«Por el verde» verdeolivo
me fui de Mundodormido
y en Verdeolvido me estoy,
no sabiendo si algún día
vivos, muertos, dentro, fuera,
con lo poco que nos queda
lo aprendamos a decir: la…
R por R
República.
Desconcertante y actual: Un hambre antigua, de Jesús J. Barquet
Luis Álvarez Álvarez
Como se atrincheran los hábitos perfectos de los niños, fuertes en defender su risa y su temblor, este nuevo poemario de Jesús J. Barquet, Un hambre antigua (Gainesvile, Fl: Bokeh, 2025. 166 pp. ISBN: 978-1-966932-10-9), provoca una avalancha de sensaciones, un diálogo inasible en el que las palabras ya no son signos, sino invitaciones, retos, ecos familiares, silencios desnudos. El poeta habla desde un saber fructificado, despojado del yo, garante de libertad interior. Su hambre antigua nos estalla en las manos: no se trata del conocimiento vacío, ni enteramente de la pasión o la dicha, sino del apetito milenario, del vivir con la certeza y alegría de aceptar hasta el dolor de la duda.
A lo largo del volumen, el poeta se ofrece como un anfitrión que nos acoge sin miedo en un lirismo donde la cultura conquistada se convierte en un regalo generoso para sus semejantes, esos desconocidos capaces aún de relacionarse mediante la lectura y palpar estremecidos las señales casi olvidadas del legado poético que Barquet incorpora: desde fórmulas sabidas (“capullo virginal”, “gentil rosa”) hasta el “no sé qué” de San Juan de la Cruz, los “ojos claros” de Gutierre de Cetina, y las figuras homéricas en el poema largo “Acogida”. Versos extraños estos en su invencible carne de tradición y juventud desafiante del estilo: Tamborilero del Bruch o de Günter Grass que con su redoble nos pide acompañarlo en la aventura quizás hoy en riesgo de olvidarse: polinizar, florecer y hacerse fruto.
Hay en estos versos una experiencia íntima de poesía que reescribe y trasciende muchos trayectos de forma y de sentido para encerrar lo mejor de Cuba, tanto en sus referencias directas o deslumbrantes (Lezama, Brull, Diego, el desasimiento, el tono de querencia buena, la nobleza, el terror insular, el destierro, la historia de migaja y latigazo) como en su ancho existir a la intemperie, entrechocado de heridas, ausencias y laptops, en un intercambio tan simple y vibrante como el de la época indescifrable en que vivimos.
Pocas veces un poemario en esta lengua nuestra tan severamente empedrada puede ser tan desconcertante y actual. ¿Cómo no hablar con él, reconocerlo nuestro y acogerlo, precisamente porque no necesita decir, ni ser dicho, ni ser entendido en verdad? En él hasta lo incomprensible nos arrastra en su fluir enamorado y mortal. Este libro de Barquet es la palabra del hoy que todos compartimos, pero también es la de un ser irrevocable y único: su hambre es antigua y eterna, infatigable como la poesía más esencial.
Adquiera el libro: https://a.co/d/gAxwonJ
Jesús J. Barquet (La Habana, Cuba, 1953) es autor de Un hambre antigua (2025), Aguja de diversos (2018), Los viajes venturosos / Venturous Journeys (2015), Sin fecha de extinción (2004), Un no rompido sueño (1994), Sagradas herejías (1985) y Sin decir el mar (1981), entre otros poemarios, en buena parte compilados en Cuerpos del delirio (sumario poético, 1971-2008) (2010) y Adentro en la espesura (miscelánea del deseo, 1971-2023) / A fundo na espessura (miscelânea do desejo, 1971-2023) (2023). Desde 2014 dirige Ediciones La Mirada. Reside en los Estados Unidos de América.
Luis Álvarez Álvarez (Camagüey, Cuba, 1950). Ganador del Premio Nacional de Literatura en 1917, cuenta con una extensa y relevante obra ensayística con títulos tales como Estrofa, imagen, fundación: la oratoria de José Martí (Premio Extraordinario de Ensayo sobre José Martí, Casa de las Américas, 1995), El Caribe en su discurso literario (en coautoría con Margarita Mateo Palmer, 2004), Emilio Ballagas: un poeta neobarroco (2008), La crítica teatral en José Martí (2010) y Alejo Carpentier, cronista teatral (2023). Su poesía se halla en Difícil de descifrar (2002) e Isla en mi cuerpo (2017). Reside en Brasil.

