Fragmento de “Un mariachi viejo”
Como ella no lograría desenvolverse en el cuarto de azotea, fuimos a un hotel. El Atlante, que debe estar aún en la calle Ciencias, esquina con Martí, en la colonia Escandón. Dije “fuimos a un hotel” porque solo visitamos ese.
El Atlante no está cercano ni de su casa ni de su hospital ni del periódico, pero ella me lo propuso: de casualidad lo había hallado en Internet y le pareció bonito…
Fragmento de “No me hablen de Cuba”
Nadie me recibe y nadie me va a despedir. Hace tiempo dejé de creer en Ítaca. Demasiado tarde. Levanta la cara y no llores. Ya estás en Cuba. ¿Quién te habrá mandado a regresar? ¿No te cansaste de repetir que no volverías ni en sueños, aunque Gardel te diera nostalgia y tus amigos dijeran que era necesario reencontrarse con la patria? La patria...
Gastón
La tarde volvía a lucir espléndida. Fue entonces que la elegí. Tenía un aire tan sereno y altivo que pensé que no me complicaría entrando y saliendo continuamente de tiendas y bazares, o subiendo y bajando de tranvías. Llevaba un bolso que parecía algo pesado, si bien no aparentaba estar completamente lleno. Suponía que la dama no rebasaba la medianía de edad; aún así, caminaba despacio, como si tuviera…
Fragmento de “Al borde de la cerca”
Los 10 días que estremecieron a Cuba Aún después de que mi hermano me comentó que oyó decir por la Voz de las Américas que 74 o 75 personas más o menos (no recuerdo la cifra exacta), se habían asilado en la embajada de Perú, no fue mi idea aventurarme a pedir asilo en la sede diplomática y traté de olvidarme por completo del asunto. Nació en mí la duda y vivió hasta…
Fragmento de “Nuestra hambre en La Habana”
Abuelo
A mi abuelo nunca le gustó Aquello. O puede que sí. Quizás durante los primeros meses en que Aquello se deshizo en promesas para todo el mundo. En que negaba lo que era y afirmaba lo que no iba a ser. “La Revolución era…
El vuelo y la caída del dron
La primera vez apareció en lo alto de la noche silenciosa, salido de la nada, o eso me pareció. Alumbraba de verde esmeraldino la panza abultada y compacta de una formación de nubes. El efecto de la luz al interior del nimbo era de un verde algodonado con vetas, manchas, coágulos de un verde oscuro, verde olivo más bien…
Fragmento de “Diario para Uchiram”
Mi memoria se remonta a aquel día 1o de septiembre del año 1969, caminando sobre la tierra húmeda por el rocío, a través de un trillo lleno de paz, prácticamente oculto por la vegetación. Me dirigía a las oficinas de “Fuerza y Trabajo” donde había sido citada por Isidro Masa Gil, el jefe regional. Iba a recibir una nueva ubicación…
Fragmento de “Pobre Cuba”
Capítulo 5. Horrores de la prisión política
En un libro de memorias, en cualquier libro de memorias, siempre hay momentos en los que debemos compartir lo que no quisiéramos recordar ni haber vivido, porque nos resultan desagradables, tristes, angustiosos y en ocasiones por ser recuerdos sangrantes o sangrientos…
Fragmento de “Aquí lo que hay es que irse”
1
Una no sabe con quién vivió por ocho años, hasta que te dicen:
–Vete.
(De la casa común, con el hijo común, los dos gatos y la computadora).
Mi madre lee varias veces el email en la pantalla. Está a punto de iniciar una frase. “Si tú hubieras…”–pienso.
Fragmento de “En olor de lluvia”
Y cuando Florencio Flores llegó a La Charca las viejas, en un círculo de pueblo esperanzado, gemían al ritmo de los retortijones. Al pie del pantano el cura Casto Castor, ayudado por el monaguillo Carmelo Carmenate, oficiaba misa. Más allá, La Matasiete, Yoya, las demás; René Reynoso, Balbina Balbín y adeptos, pedían el auxilio divino de Palomino
Fragmento de “Procesado en el paraíso”
CAMBIO DE ESCENARIO
Mi padre trabajó como voluntario para la Campaña de Alfabetización y tan pronto como pudo me buscó un lugar más cerca y con más comodidades. Ya lo tenía todo arreglado en el poblado de Sevilla a unos pocos kilómetros de Santiago. Allí tuve otro alumno que aprendió muy rápido. Había sido mayoral de la finca Hicacos dedicada a la
Fragmento de “Inquisición roja”
PRÓLOGO
1964
Hasta entonces no eran conscientes de haberse visto en el campus universitario. Ella venía con el cabello suelto y los libros aferrados al pecho, el aire la empujaba escalinata abajo, como si volara sobre los peldaños, al amparo de la imponente Alma Mater.
Fragmento de “El reino de la infancia”. Memorias de mi vida en Cuba
Los amigos de Tita Sara[i]
Tita Sara supo cultivar las amistades de su padre con intelectuales en todos los países donde sirvió a Cuba como diplomático, y también en la Isla. Se trataba con la flor y nata del mundo cultural cubano.Su poder de convocatoria era extraordinario.A menudo organizaba tertulias en su casa a las que no solían faltar Raúl Roa y Ada Kourí; Fernando Ortiz…
Fragmento de “Donde crece el vacío”
Cada cual vive su propio Infierno, decía Asunta la loca, esta flaca de collares y anillos de fantasía en su cuarto con la pared llena de afiches de París, Praga, Brujas, como un sueño inventado para muchos. Asunta era haitiana y recitaba Alcools de Apollinaire en francés en las peñas literarias del pueblo ultramarino de Regla. No eran como la tertulia de Nicolás Azcarate…
Hoy ha nevado en La Habana
Fue de noche cuando llegué a La Habana. Pero esa noche era ciega y confusa como supongo son las noches que no escogemos, ¿no? Me explico: noche afuera en los pueblos y los paisajes vistos desde la ventanilla. Noche en los sudados vagones sin luz que …
Fragmentos de “La pandemia”(diario)
Cuarto día.
31 de marzo del 2020.
Hoy cuando me levanté en vez de café me hice una infusión de frijolitos chinos. Tengo mucha fe que eso cura cualquier cosa, lo que sea, hasta el espíritu. Ya tenemos en la Florida…
Instrucciones para matar un enano
La Habana, otoño de 196
Efraín Trelles García, graduado en Filosofía y Letras por la Universidad de La Habana, crítico e investigador literario y además militante del Partido Comunista de Cuba…
Fragmento de “Cartas a Pedro”
"Al llegar tiró la mochila al piso y se acomodó en el sofá. El aire de la noche joven entraba por el estrecho balcón, y el sabor a salitre impregnaba las paredes. Le gustaba quedarse así, solamente respirando aquel mar que sin ser invitado entraba por cada hendija de su piel…
Tristes memorias
Cada vez que preguntaba por él, le decían lo mismo. El oficial de guardia fruncía el ceño, se hacía el que no la había visto nunca y revisaba varios cartapacios que tenía sobre la mesa de la recepción.
Fragmento de “Los maricones van al cielo”
Obiñí-ñañá
Manana, ¿los maricones van al cielo?
—¡Qué pregunta es esa! ¡Qué cosa te han metido los curas en la cabeza! Manana sale al Patio de Nadie