La tumbadora
En el muelle el sol calienta las espaldas de los estibadores, las gaviotas vuelan despreocupadas y voraces sobre la bahía en calma, pero Demetrio, el viejo que tira la cachucha con los avisos de la luna para capturar pequeños monstruos de sueños…
Razón de Bárbara
Yace aquí una mujer, yo, que, según dijeron, perdí la razón en vida. Como la vida es y no es sueño; y como la muerte es y no es muerte, he estado aquí como dormida. Si perder la razón es como estar ya muerta, o muerto, yo estaba viva…
Año 1959: inicio de la pústula lancinante
Se llamó Alfredo Testar Díaz y a poco del derrocamiento, jueves 1 de enero de 1959, de la tiranía del general Fulgencio Batista y Zaldívar fue nombrado presidente del, a toda prisa creado, Tribunal Revolucionario de la…
El regalo y otros cuentos
Mi padre ha avisado que traía un juguete que hace tiempo le pedí. Creo que trata de darme una sorpresa. Comienzo a pensar en todos los encargos que le he hecho desde hace algunos años. Después de una rigurosa selección, estoy decidido a afirmar que será una…
Fragmento de "Memoria del silencio"
Todos los días escucho por radio la lista de los balseros recogidos en alta mar. Es absurdo pensar que mi familia vaya a venir así, y, sin embargo, en cada cubano que llega los abrazo a ellos. El periódico donde en los últimos años he…
Eternidad del árbol
Inmóvil, desde el lecho veía recortarse el mundo a través de la ventana. Porque ése, era el mundo, sin dudas —su mundo— este recorte colocado frente a sus ojos con algún propósito. Podía tratarse incluso según estaba dispuesto a admitir, de un fotograma animado ocasionalmente por el movimiento de las…
Plenilunio
Cuarenta y cinco dólares. Tal era el patrimonio de Pierre Charles L’Enfant al morir en 1825, a los setenta años. Y no hablamos de moneda contante y sonante, sino del valor calculado de tres relojes de bolsillo, varias brújulas, algunos libros y unos pocos instrumentos de…
Dos capítulos de “La muerte cubana de Hemingway”
Lo que no sabía Luis Cruz Mandel era que mientras él observaba a Ernest Hemingway entrar en la bahía de La Habana con el yate Pilar, y mientras se defendía del negro del black jack y lo…
Fragmento de “La buena memoria”. La verdadera historia de “El caso Padilla”
No sé el tiempo que pasé sollozando, ahogada en lágrimas, tratando de controlar a la vez mi pánico y mi vergüenza. Concentrarme en los ruidos que me llegaban del exterior era un modo de forzar que el aire entrase a mis pulmones. Haciendo un enorme…
Fragmento de “Neurosis Miami”
The man cave resultó ser un garage al fondo de la propiedad, cubierto en su totalidad por un ficus de china que en mi casa solían llamar “Enamorada del muro”, un recuerdo que me condujo a la certeza de que ambas, Wilma y la enamorada, se confesaban los miedos más ocultos y compartían las risas de sus redenciones ínfimas…
El pianista y la noche
Cuando las notas finales de la Malagueña desaparecieron entre el murmurio del público que llenaba el recinto, el pianista se dispuso a utilizar la pausa que le correspondía según su contrato de trabajo en el bar. Con las manos descansando todavía sobre el teclado, desvió un instante la vista hacia la gente que bebía tragos…
Fragmento de "Buscando a Inés en la calle 8"
Este hotel de mala muerte, sin recibidor ni ornamentos, In the Mood de mis pretensiones rindiéndole homenaje a Glenn Miller y su orquesta, será el sitio encubierto ideal pagando el día a día, sin que me pidan identificaciones.
Olvide el orgullo
Me había quedado una manilla del día anterior y opté por tratar de venderla en el Downtown de Miami, y así estar cerca de la «joyería de Alí Babá» para volver a comprar. Serían cerca de las once de la mañana cuando, luego de casi una hora de andar proponiendo la prenda, fui a la parada de ómnibus que van a Miami Beach; y, no hice más que llegar, y le propuse la joya a una rubia cuarentona con una gruesa cadena en el cuello de la que colgaba la Virgen de la Caridad.
Fragmento de "Hoy como ayer"(Memorias)
Una de las asignaturas, invento del régimen cubano para la ideologización de la enseñanza, fue la que llamaron la Unidad El Hombre y su Medio, que se impartía en el primer año de la carrera. Nos sentaban en el aula en un círculo, con un profesor, para hablar de la materia que estaba escrita en un folleto que nos daban. Cada uno se suponía ofrecía su “opinión” después de analizarla. Esa asignatura era una mezcla de elementos de historia…
El paraguas
El señor Cabañas es un hombre sin vicios, algo bastante insólito en esta época en que la gente habla de estadías en centros de rehabilitación como se hablaba hace medio siglo de viajes en barco, retiros espirituales o visitas a las cataratas del Niágara.
Desde los trece años, cuando se fumó un habano a escondidas de su padre, y estuvo tres días vomitando bilis, tomó la determinación de no volver a probar la nicotina. Y el solo recuerdo de su padre borracho, peleando con su madre por cualquier cosa sin importancia…
Octavio es nombre de emperador romano
En el jardín sonaba la música de Glen Miller y olía a madreselva. Bailaba mejilla con mejilla con la mujer alta del vestido rojo. Aspiró su perfume de Guerlain y sus muslos apretaron la pierna derecha de ella. Comenzaba a tener una erección, pero cuando fue a besarla lo despertó el dolor en la cadera. La erección se convirtió en un insoportable deseo de mear. Los perfumes en una mezcla de olores nauseabundos. Alzó la vista al cielo y en vez…
Tres relatos breves de "Gabinete de dragones"
Érase una nariz a un dragón pegada… Así principiaban los versos del poeta, pero eran inexactos, pues el dragón no era otra cosa que nariz, una nariz inmensa, una nariz superlativa. La nariz recorría las calles de San Petersburgo olfateándolo todo, pues se alimentaba exclusivamente de olores. Podría decirse que «metía la nariz en todo»… Los dulces olores que brotaban de los hornos de las pastelerías lograban saciarlo en pocos minutos.
Fragmento de "Andor"
Apagué el teléfono y me acerqué como un invitado a la llave de gas. La giré como si fuera a revivir ese momento en el que los recién nacidos respiran por primera vez afuera del vientre materno. Abrí la puerta del horno y me introduje de vuelta en esa oscuridad pura y milagrosa, en ese útero que alguna vez prometió no abandonarme. Comencé a tararear una melodía, sustituyendo mi voz por la de mi madre.
Fragmento de "Cartas marcadas"
Pucha:
Hoy Tairelsyta cumple 26 años.
¡Cuánta juventud! ¡Cuánto entusiasmo ha de asistirla! ¡Cuántos anhelos de ver a su hijo –mi nieto- hecho un mocetón virtuoso y fuerte!
¿Les dejaré de herencia una Patria envilecida, pobrísima, estancada?
¿Será posible que Samuel también tenga que padecer las ataduras físicas y morales del totalitarismo?
La traición
En ningún momento he pensado en arrepentirme de nada; no tengo porque hacerlo, además, la idea no me entusiasma mucho. Las cosas ocurren, ocurrieron y creo que si intento lamentarme sería como asumir una suerte de falta que no he cometido; por otra parte, estoy segura que pasaría el resto de mi existencia mucho más amargada, con complejo de culpa que no, que definitivamente no debo arrastrar.