Masacres y otros poemas

MILADIS HERNÁNDEZ ACOSTA

Masacres

August Hafner, comandante alemán ordena disparar/

Cada disparo reduce un grito absurdo/

Cada disparo expresa los controles/

Disparar es un hecho adventicio/

Hay en matar un deseo fortuito para fijar el entusiasmo/

Cuerpos contra las balas como se parte el póker

O se cortan bestias en cenagales/

August Hafner, comandante alemán necesita un salario/

Comprar jamones para obtener el comando/

Detrás de cada masacre hay una recompensa

Residuos de vidas / gula o enlace

Para avanzar con la sangre que se drena

No fallen las piernas ni las municiones/

August Hafner cumple órdenes y ha pasado el examen

Cumplir órdenes es ir hacia otra cavidad

Donde se siente el miedo o una erección aumenta

En lo más secreto/

Fusilar nucas es el objetivo. Las nucas sostienen la cabeza/

Toda cabeza que ruede es una perla que se endiosa/

August Hafner sostiene las manos de una niña pelirroja/

La niña es la muerte que se acomoda

Sin ninguna perspectiva/

Bultos/geometría Gulag

¿Qué es el orden o el tráfico de gente?

Moscú no cree en lágrimas ni en trenes

Que se van repletando como acuosas celdillas

O sótanos para perforaciones/

Contra qué firmo con elegante puntería

Reflejos o el alma

En función de la inmensidad/o tener un sentido/

Tan sólo doy mis entrañas/o el dolor en la córnea/

Darse así mismo en austera orfebrería/

Darse en coma/ en la sala/ o darse un corte

En la mandíbula/sangrar como caballos/

Sin arneses ni flotillas/ una carne salada

Un cetro para mi madre/ exilio o mansedumbre/

Rituales de un mortífero mitigar/

Descarga de cuellos partidos o bastidores/

Puedes pensar/ reiniciarte/ ponerte la mordaza/

Puede entrarte la nostalgia y acoplarte

En la sombra insana de los rieles/ sin ser

Hojas –rotas- que golpean ventanas/

Figuras mastican lo crudo y el aljibe/

No encuentro qué hacer o cómo acurrucarme

Simplemente nos atamos en la noche lateral

O en los acordes/

Rigor que se revierte/ tornado en pueblo dormido

Nieve muerta para peones/

Comienza el día/tócame antes de que me devoren/

Un pájaro apenas/ una foto de cumpleaños/

Llévate el recuerdo/ una forma blanda de salvarte/

También de amarme como bocado de cielo/

Pasteles de carne salada impuesta por mi madre/

Una iconografía/ no quiero más que un nombre/

No quiero más que la selva fría de los Urales/

No quiero más enjuagaduras/

Un vuelo rasante/ un nido en la pelvis/

No voy a estar cediendo/ni entrando/ ni saliendo

Carros patrulleros nos van cercando/

Cuando caen cuerpos

En los vagones/

Cabeza amarilla

Como el canario de ojos oscuros

Hago el duplo/cabellos lavados en el Ganges/

Como prueba seductora/ modo dividido para pensar

En vencidas prácticas –genocidas-/

O en la invidencia/

La Patria tiene la cabeza amarilla como el canario

De ojos oscuros/

La Patria transfiere o disgrega/

El aliento de los machacantes/

Onán se autoabastece/ hace catarsis en la marea/

El canario en su jaula/

Exaltaciones de la noche/ contradanza o desconfianza

Los polos contarios se acoplan/

Los semejantes se agrupan o se sanan/

¿Cuál es el vilipendio de la Patria que llora?/

Moratoria

Acuso de recibo/

Digo que un gato negro sodomiza mi gata/

O la violencia sale de los sepultureros/

En la esquina/ militares asfixian a una mujer/

Soy quien discurre o mitiga

Sangre o silencio/discurso somático

Ecuación para los idos

O los transformados/

En la noche se siente la herejía

O los ardores/

Hambre que rebota/ fusil contra ascensión/

Corales oscuros para trozar emociones/

En Berlín hubo militancias y un muro roto/

En mis manos llevo el bronce o una filigrana/

¿Qué es caer de profundo?

¿Qué es bordear un bosque para un día amanecer?

Voy haciéndome el duro o el complaciente/

Voy insistiendo sobre perversos modos de caer/

La vigilia tiene sus héroes/

La vigilia se comparte

Como el pan o unos huesos

O distintos modos de masturbaciones/

¿Con cuántas nubes me muevo en el patio?

¿Dónde sajar la luz o las osamentas?

¿Dónde el desvío o los enlaces?

Quién retrasa o pesa con suma discreción

Masa salitrosa de esas emociones

Quién frente a la verja o los mecanismos/

Sangrantes –costumbres-

Divergencias o racimos de fe/

Quién automatiza o difiere

Estados vacíos/entronque de los que se perdieron/

Quién más allá de enfatizar o de establecer

Los cerrojos/quién a punto de venirse

O de ungir los uniformes

Quién va como el pájaro

Con ojos abiertos/

Quién contra el cadáver

Ardiendo en plena calle del Ecuador/

Quién conmigo aún con vida

Con clara sombra en un vergel/

Estado de emergencia

¿Un bloque de cemento o una hoguera?/

Mancha salitrosa o un cepo que se entrelaza/

Veo a Stalin detrás de una gallina/

Veo ardiendo una red de gasolina/

Manos temblorosas o subalternas

La sustancia dicha o negada

Figuras ruinosas o sangriento sobresalto/

Bertolt Brecht refiere:

¡Alabad el árbol que desde la carroña sube jubiloso al cielo!

¡Alabad sin miedo al pájaro más virtuoso!/

Escuadrón de marchas corpulentas/

Vedo esa franja o las menudencias

Sentado en la piedra soy otro

Menos restringido/

Con fiebre o penitencia/

Con resguardos de insulina/

No es necesario huir/ni quedarse

No es posible consumir la furia ni la asechanza/

Pudiera ser un dolmen mientras sufro la derrota/

Pudiera estar dorando un loto en la playa

Cenizas blancas de antiguos esplendores

Fauna saliente del cantero/

Un reto para quien se airea /

Es así que me defraudan/

Cuando no soy él que vigila/

El libro Bosque de Tárnow puede adquirirse en Amazon:

https://www.amazon.com/Bosque-T%C3%A1rnow-Spanish-Miladis-Hern%C3%A1ndez/dp/B095GCZ5CG


MILADIS HERNÁNDEZ ACOSTA (Guantánamo, Cuba, 1968) Poeta, editora, crítica y ensayista. Licenciada en Historia por la Universidad de Oriente. Autora de una amplia obra poética y ensayística, ha publicado recientemente Las náufragas porfías (Ensayos, 2020) y los poemarios La niebla del paraíso (2021), Viento de cenizas (2021), El oro del imperio (2020), La confesión infinita (2020), El fuego del ángel (2020), Al sur de los páramos (2020), La sombra que pasa (2020), Después de la caída (2020) y Memorias del abismo (2020). Su reconocida obra poética ha sido incluida en importantes antologías cubanas y extranjeras.

Previous
Previous

Detenerse otra vez y otros poemas

Next
Next

Tres poemas de Adam Zagajewski