Fragmento de "Perdimos todos", capítulo del "El ingenuo"

ROBERTO CARRIL BUSTAMANTE

La muerte en estado de gestación. Acuarela sobre papel, 64 x 52,5 cm (1996).

La zafra de los diez millones de toneladas de azúcar no se logró a pesar de deforestar tierras, en cambio consiguieron colgar hojas de parra a toda idea no afín. 

Reinaldo se desmarcó muy pronto al darse cuenta de la deriva totalitaria, rechazando “proyectos políticamente correctos”. En una ocasión un conocido al que le habían asignado un cargo relevante en los primeros años de la revolución, le dijo: «—¿cuánto quieres ganar?», a lo que él respondió: «—Lo que mi trabajo amerite».

Para muchos, ese atronador discurso a los artistas e intelectuales fue un baño de desesperanza, palabras que por desgracia siguen de actualidad con los nuevos regidores:  

Esto significa que dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada. Contra la Revolución nada, porque la Revolución tiene también sus derechos; y el primer derecho de la Revolución es el derecho a existir. Y frente al derecho de la Revolución de ser y de existir, nadie —por cuanto la Revolución comprende los intereses del pueblo, por cuanto la Revolución significa los intereses de la nación entera—, nadie puede alegar con razón un derecho contra ella. Creo que esto es bien claro.

¿Cuáles son los derechos de los escritores y de los artistas, revolucionarios o no revolucionarios? Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, ningún derecho.

(APLAUSOS).

Entran en conflicto con su pensamiento: «Prohibir el libre examen es aniquilar nuestro velamen»; «La tolerancia es la conciencia que necesita imperiosamente la intransigencia»; «En el universo del dogma, la verdad no se transforma». Cada vez se siente más desilusionado y traicionado.

Ocurre un acontecimiento trascendental en su vida. Emocionado recibe la invitación para exponer en el Salón de Mayo de París en La Habana en 1967, pero consecuente con el profundo contenido filosófico de su obra, Fonticiella se niega a la imposición de fundamentar su trabajo con argumentos oficialistas manipulados por el poder del estado con su política cultural, razón por la que es marginado de las vanguardias artísticas cubanas.

Fue este el detonante de su peculiar batalla frente a los monstruos, que le acorralaron en la desesperación y la impotencia, convirtiéndolo en víctima del radicalismo y el miedo a lo diferente, que desde sus tronos en las instituciones gubernamentales no supieron reconocer, valorar y defender como una propuesta artística de vanguardia. Reinaldo cae en desgracia, sentenciado a «muerte por silenciador». Amigos relevantes y asiduos a su casa-taller le comunican que ya no pueden visitarlo, advirtiéndole que iban a tomar represalias por ser una figura renovadora de la plástica, relacionado con artistas e intelectuales extranjeros —confraternizar con el capitalista era mal visto por el Estado—. Todos abandonaron al creador que marcó sus vidas.

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Psicosis de guerra. Lápiz sobre cartulina, 29,5 x 41,5 cm (1992).


El artista multidisciplinar Roberto Carril Bustamante nació en La Habana, Cuba, en 1970. Su formación profesional comenzó a los doce años en la Escuela de Artes Plásticas Paulita Concepción, y continuó posteriormente en la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro, donde se graduó en 1989. En 1990 comenzó a trabajar como especialista en el Centro de Diseño Ambiental del Fondo Cubano de Bienes Culturales. Fue invitado en 1991 a editar sus creaciones en el Taller de Gráfica Experimental de La Habana. En 1993 fijó su residencia en Madrid (España), donde se especializó en diseño gráfico, un sector en el que ya cuenta con treinta años de experiencia.

Desde finales de los años ochenta ha realizado exposiciones individuales y colectivas. La última de ellas fue «Mirabilia», en el año 2018, que tuvo lugar en el Centro Cultural Galileo (Madrid, España). Pero su inquietud le ha llevado a adentrarse en proyectos multidisciplinares como el poema visual orquestado Los dos pájaros, para el que creó ilustraciones que luego serían completadas con la música compuesta por Mike Porcel; y el diseño e ilustración del nuevo álbum de Porcel, Déjà Vu; o la colaboración con la familia del escultor cubano Reinaldo González Fonticiella, en el proyecto Legado Fonticiella. También es autor de la biografía novelada Rosario Soler. Una zarzuela en cuadros disolventes (Ediciones Cumbres, 2015). En 2022, publica los libros de poesía ilustrada, Nube de la dulzura y El cerdo volador.

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José Martí: espectador y cronista de la sociedad moderna norteamericana