"Indómitas al sol: Cinco poetas cubanas de Nueva York"

OCTAVIO DE LA SUARÉE

    Con una simbólica portada de la meritoria artista cubana residente en Nueva York, Gladys Triana, titulada "Memorial X", celebramos hoy la aparición de la segunda obra en conjunto de las ya muy conocidas, "Cinco poetas cubanas de Nueva York", publicada este año por la Editorial Betania. Y es natural que así sea, ya que la misma Gladys Triana había sido escogida para ilustrar la primera publicación en grupo de estas escritoras en 1991, y muy bien que lo logró con su acertada acuarela y lápiz -"Homenaje a Alexandra Exeter"-, como admiración a la brillante y malograda creadora de la vanguardia rusa emigrada a París.

     En "Indómitas al sol: Cinco poetas cubanas de Nueva York. Antología crítica, la insigne pintora nos regala la sencilla, portentosa y muy llamativa imagen de cinco figuras idénticas, que comparten la firmeza de su interés artístico con lo que aparenta ser el símbolo del duro metal. Por lógica extensión, se pueden interpretar las figuras como fuertes e inmóviles puntales, que cumplen su función primaria de protección del lugar asignado y a la vez de foco de resistencia contra el vendaval de estos injustos cincuenta años que nos ha echado encima la circunstancia cubana. También, como símbolo o alegoría de su lugar (firme, fijo y seguro) en el espacio literario. Por otro lado, debemos fijarnos por igual en la amplia parte superior o cabezas de los tornillos, punto donde se concentra la materia y de donde surgen las ideas, proyectado sobre un fondo oscuro, nocturnal, que al mismo tiempo ha sido iluminado con el brillo de la concepción, de la poesía si se quiere, haciendo iluminar resplandeciente el centro de la composición. Una joya visual, en resumen, muy atractiva y muy a propósito de este sentido homenaje que le rendimos a Magali Alabau, Alina Galliano, Lourdes Gil, Maya Islas e Iraida Iturralde por su dedicaci'on y su éxito.

     La primera publicación de estas poetas tenía un interesante prólogo de Perla Rozencvaig en donde precisaba que las cinco escritoras reunidas tenían en común el ser mujeres de la misma generación, el haber salido de Cuba muy jóvenes, el haberse forma literariamente y haber publicado por primera vez en los Estados Unidos, el hecho de escribir en castellano, de ser todas residentes del área metropolitana de Nueva York y de producir textos "rebosados de imágenes alusivas a un centro distante". Asimismo, tenía el libro la curiosidad de ser una edición bilingüe en español e inglés. Más aún, con una sola excepción, las otras 4 poetas habían traducido sus propias composiciones, labor que no deja de llamar la atención acerca del entrenamiento académico de las autoras y de tener un innegable mérito, pues no dejemos de recordar que no es nada fácil de lograr.

     Esta edición de "Cinco poetas cubanas de Nueva York" ha sido ampliada y reforzada con cuatro sendas contribuciones críticas que enriquecen e iluminan su contenido, incluyendo un prólogo e Odette Alonso Yodú, ensayos de Elena M. Martínez y Perla Rozencvaig y un estudio epigonal de Mabel Cuesta.

    Alonso Yodú abre la obra con su trabajo "A veinte años de una antología: Una estrella de cinco puntos: Mis poetas cubanas de Nueva York " recordándonos que nuestra isla ha sido siempre un país de desterrados, que en la Cuba exclusiva de hoy día no se estudia en los centros de enseñanza más que a los autores que son parte del canon, los autorizados por la versión oficial del gobierno. Y tas el análisis de algunos de los poemas aquí seleccionados concluye afirmando su visión de estas artistas como creadoras " altas, fortalecidas e iluminadas" y que no se conocen en Cuba.

   Elena M. Martínez, en su artículo con nombre de "Poética del Espacio", pasa revista a la crítica impresa desde la aparición de "Poetas cubanas de Nueva York" de 1991, y señala el interés suscitado en la época por la llamada literatura extraterritorial, destaca la desubicación de las escritoras y su desarrollada doble identidad, y estudia el espacio interior, exterior, geográfico y literario de sus escritos "como elemento central en la búsqueda del yo poético y de la identidad". Sobre la poética de Magali Alabau indica que mucha de su poesía "transforma los significados patriarcales de los mitos griegos y forma una poética de unión entre mujeres". Para estos sujetos -añade- el desgarramiento es la experiencia clave en la búsqueda de su identidad", y, por eso, en su lírica ni hay nostalgia del pasado ni reconstrucción del paraíso, "ya que sus habitantes son seres ex-céntricos, seres en perpetuo movimiento". Volviéndose a la poesía de Maya Islas, Martínez puntualiza que es una lírica muy original ya que en ella se presentan "sujetos femeninos solitarios y viajeras en camino hacia la luminosidad y la transparencia". Por igual, menciona que en la producción de Islas se concentran las teorías del inconsciente y los procesos psíquicos, incluyendo los arquetipos de la diosa, la madre universal y la fuerza cósmica.

    Por su parte, Perla Rozencvaig , en su artículo titulado "Revalorización de una poética en cinco movimientos", alude a versos específicos que se hallan en los poemas de nuestras representantes y que considera emblemáticos de una poética que "se nutre de constantes alusiones a signos familiares, aunque creados en el espacio interior de la propia individualidad desde cada una". Sobre la obra de Alina Galliano nos presenta el tomo íntimo de la voz y la confusión de la escritora ante una oyente desconocida, y trata con escritos en los que se propone resaltar "el carácter reflexivo de una conciencia poética que se podría definir como la búsqueda de un ser o doble gemelo del hablante en el espacio de la lejanía". De la lírica de Lourdes Gil, Rozencvaig recuerda lo que ha significado para Gil la experiencia del exilio ya que, en propias palabras de la artista, el vivir fuera de Cuba "creó un sentimiento permanente, una especie de alienación de un sustento primigenio compensado por un campo de visión más extenso".  Y se explaya puntualizando: "Esta visión abarcadora, que incluye contextos físicos tan distintos, le sirve a la hablante poética para sumergirse en las capas más profundas de una naturaleza que se remonta a su devenir histórico, que la embarca en un viaje metafísico y transgresor de espacios conocidos, para incitarla a indagar en el misterio de la existencia". Finalmente, sobre Iraida Iturralde, Rozencvaig nos llama la atención sobre la imagen de los espacios líquidos donde flotan ciertos símbolos marinos recurrentes. Concluye estas reflexiones refiriéndose a la espiritualidad, a la exótica atracción religiosa y al interés social presentes en los versos de Iturralde. Comenta así sobre uno de sus símbolos: "Si el delfín se vuelve guía de la hablante para asomarse al cosmos de la divinidad, el poema "Josefat, hijo de Asa", podría representar… la purificación del espíritu". Según la tradición budista / hinduista, Josafat, al nacer, apareció ante su madre sobre un loto, y su misión en la vida era vencer todos los demonios que hostigaban a los seres humanos. La flor de loto, a pesar del fango donde crece, se convierte en una hermosa flor, símbolo del bien en su lucha eterna contra todas las tentaciones que pretenden desviar al ser humano del camino del bien, sugiriendo la poeta que siempre hay que defender aquello que consideramos justo y que enaltece la dignidad humana".

   Por último, Mabel Cuesta cierra el libro con el llamativo título de su estudio "Pasajeras indómitas en el carro del sol", parodia del atrevido viaje mitológico de Faetón, audacia atenuada aquí, sin embargo, por el conocimiento, la prudencia y la humildad de estas pasajeras líricas del texto. En él, Cuesta se dirige tanto al viaje transcultural de las poetas cubanas de Nueva York como a su multiplicidad.  De Magali Alabau precisa la intención expresionista con su uso de dobles, de distorsión, de lo feo, de la alteridad, de la sombra y del ritual. Sobre Lourdes Gil enfatiza su neobarroquismo, lo personal, el uso de la lejanía, la otredad, el mito, la voz descentralizada, la reconstrucción de lo histórico, el afán narrativo del pasado, su empleo de citas, etc. Maya Islas -nos dice- emplea técnicas expresionistas de fragmentación, el collage modernista, el surrealismo, los arquetipos de la diosa y la madre, el tiempo, y nos cuenta también de su función misionera. De Alina Galliano revisa "En el vientre del trópico" cómo el libro se extiende hacia lo infinito tal una larga búsqueda de razones que den sentido a nuestro fatídico destino. Y de Iraida Iturralde nos advierte de cómo la poeta se aventura en los diálogos con la divinidad y el exilio de diferente modo. Haciendo uso de un tono muy íntimo, su estrategia mayor -concluye- "consiste en establecer constantes asociaciones entre lo privado y lo público. Lo que podría ser un elemento conector entre ellas, deviene diferencial, ya que para esta última poeta la intimidad discursiva tiene casi siempre una contraparte humana".

   En resumen, esta edición de la Editorial Betania es otro cuidadoso y muy elegante ejemplar de su Colección Antologías y fue coeditada con el apoyo del Centro Cultural Cubano de Nueva York. El libro cuenta a la vez con una detallada y selecta bibliografía donde aparecen no solo las obras completas de cada autora por separado, sino también una bibliografía general donde se incluyen reseñas, comentarios, presentaciones, artículos y libros sobre la poesía de cada una de ellas.

 ¡Enhorabuena esta segunda obra y desde ahora nos quedamos ya en espera de la próxima!                        

        

Indómitas al sol: Cinco poetas cubanas de Nueva York. Antología critica, de Felipe Lázaro. Madrid: Editorial Betania, 2011, 144 páginas.

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Octavio de la Suarée. Profesor de Literatura Hispánica y Humanidades en William Paterson University, donde dirige el Departamento de Lenguas y Cultura. Se doctoró del programa de Hispanic and Luso-Brazilian de City University of New York. Es autor de media docena de libros y más de setenta y cinco artículos de investigación literaria. Sus ensayos se han publicado en volúmenes y revistas especializadas en Latinoamérica, España y los Estados Unidos. De la Suarée investiga y publica sobre poesía cubana y cubanoamericana, y sobre la literatura latinoamericana del siglo XX y XXI.

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