La irreversibilidad de lo irreversible

JESÚS ALBERTO DÍAZ HERNÁNDEZ

     Lo referente a la naturaleza y a la existencia, así como lo que está más allá de la naturaleza y de la existencia, es un enigma que viene de la metafísica; lo mismo acontece con la creación artística; en este caso la música para ir al grano. La música en sus facetas más abstractas profiere una analogía desplegando una red con la intención de de atrapar el sentido auditivo. Entre esas máscaras abstractas y el despliegue sonoro fluyen el rock progresivo, el rock experimental, rock en oposición, el Krautrock, el avant-garde, y el jazz con sus diversas transfiguraciones. Pues bien, tirando de esa cuerda, en estos días llegó a mí (en formato digital) un EP titulado Answers; ópera prima de Reversible, un proyecto ecléctico, liderado por el baterista/saxofonista Marco Alonso (integrante también de Anima Mundi, banda a la que se trenzó en 2016, debutando en el disco: I, Me, Myself, continuando la odisea en Insomnia, 2018) y William Pacheco, guitarrlsta, y co-fundador del proyecto. Antes de seguir, sería bueno aclarar que cualquier referencia lloviznada en estos renglones, no es a manera de establecer una semejanza, sino más bien para que el oyente (si tratárase de un oyente neófito) tenga un punto de referencia. Como otra manifestación de lo abstracto, fijémonos, por un momento, en "La Jungla", de  Wilfredo Lam: la búsqueda es una función de la inquietud; una abstracción registrada por el enigma que la mueve, lo cual no es otra cosa que, su propia cosmogonía. 

     ¿Dónde encaja Reversible en todo esto? Precisamente en la irreversibilidad de lo reversible, la búsqueda sonora; esa inquietud abstracta por lo que se desliza a través de la puerta del cuerno. Conversando con Marco Alonso, me dice,  que la idea del disco fue concebida a raíz de la pandemia Covid-19, a raíz de ese brote de muerte en derredor, he ahí donde entra en juego la metafísica; porque hay metafísica en el hedor de la enfermedad, y la hay también en la proximidad de la muerte. De manera que acude a ese oráculo "sacro" que es la música. Una de las razones por la cual una persona consulta un oráculo, es en busca de respuestas, de ahí, el nombre del EP, Answers. Me he referido ya a los influjos que profiere la música en sus más abstractas máscaras con sus abstractos lenguajes o espiritualidades. El lenguaje sonoro directo es suficiente para los acordes comunes, pero cuando se trata de romper espacios, para crear otros espacios allende de lo común y mediante un lenguaje creativo, cuando se intenta descifrar un enigma lloviznado en signos, como para expresar el desasosiego de ver a la gente cayendo como moscas, picadas por un virus, y al mismo tiempo el encierro impuesto,  entonces se acude al ingenio. Marco Alonso cuenta que la pandemia le hizo pensar en el after life, es decir, en la posibilidad de una vida más allá de la muerte, donde pudiera establece una cercanía con sus ancestros. 

     Ojo: cuando hablo de metafísica, me refiero a la espiritualidad que emana de las composiciones. Entrando en materia, el EP se compone de tres tracks: Colorbox, Andares y Answers. El primer aunque enraizado en el rock progresivo, y tal vez la más progresiva de todas, tiene un toque clásico experimental que, a destiempo desplaza discretas pinceladas fragmentadas a lo Edgar Varese, o a lo Karheinz Stockhausen, no quiero decir que sea una influencia, sino que, hay ciertos códigos minimalistas que se deslizan a hurtadillas, sin embargo, muy bien ejecutados y sobre todo, melódicos, algo que a mí personalmente me transporta a ciertas zonas de los trabajos de Klaus Schulze, fundamentalmente el vocabulario del sintetizador. La improvisación también se asoma en el transcurso de estos temas; juega un papel orféico y tiene connotaciones simbólicas en la intención de Reversible, dado que los músicos entran al estudio sin un esquema, o una partitura fija de lo que se proponían hacer. Acompañan a Marco Alonso, y a William Pacheco, en esta odisea musical: Sandor Saint-Hill (piano), José Bermúdez (bajo) y José Machado (contrabajo), para así adentrarse en un laboratorio de sonidos a experimentar con la química que les ocupa. 

     Andares, el segundo track, es un tema más bien, introspectivo donde el saxofón nos regala un hermoso discurso, y el piano interviene de una manera circunspecta y sutil. Este número explora una serie de derroteros, en los que podemos sentir ciertos trazos de música étnica que brotan de la disertación de la batería, y del mismo modo, afloran algunos rasgos del hard bop y del swing. Reversible expone la idea de que la música es ubicua, explora una concepción de los espacios que traspasa los límites y donde lo sacro y lo secular se entrelazan para ir tejiendo una fusión de ritmos, lo cual consiste en elaborar sonoridades estructuradas, no directamente emparentadas con estilo arbitrario de sonidos estructurados, sino utilizando una serie de  extractos y elementos que brotan bajo distintas formas de lo vivencial.

     Answers, el último track, posiblemente mi favorito, y probablemente el más espontáneo y el más metafísico de los tres, por ser un tema oracular; un tema exploratorio, en el que cada instrumento expone su inquietud. Sin embargo, en esas progresiones eclécticas, hay una interposición del piano, una interposición profunda y dialogante que eclosiona cual si se tratase de un chamán en trance, o de la danza del fuego de los Mayas, o de un ituto yoruba. Cabe anotar la portada del EP en su función de antesala o prefacio: una espiral de piernas discursivas en contrapunto con los pasajes narrados por la música: una danza entre la vida y la muerte; un deslizamiento de una estancia oscura a otra iluminada. 

     En resumen: Reversible con este EP, allende su propia reversibilidad, ha disparado una flecha hacia lo irreversible, en una gama de sonoridades y un vocabulario amplio en lo que a búsqueda se refiere. Entre la abstracción flotante entregada por la música, enigmática en su narrativa diluida con las notas y el disparo de la flecha se insinúa la cosmogonía, y eso acontece mediante códigos que simbolizan lo reversible, o digamos mejor la circularidad de la música, cuyo centro providencial es la intención de quien la prefiere, después de todo se trata de un arte tan antiguo como la humanidad. En fin, este es un trabajo aunque ecléctico degustable; un laboratorio de sonoridades al que podemos entrar una u otra vez y cada vez es una experiencia nueva. Solo resta ver si la manzana sobre la cabeza del oyente, permanece inmóvil, o cae al suelo en dos mitades, atravesada por la flecha.


Jesús Alberto Díaz Hernández «Tinito» (29 de mayo, 1971, Pinar del Río). Escritor, dibujante, traductor. Estudió licenciatura en lengua inglesa en el Instituto Pedagógico de Pinar del Río. Tiene publicado dos poemarios: «Discurso en la penumbra» (Editorial Hoy no he visto el paraíso, 2012) ”Sanctasanctórum” (Editorial Eriginal Books, 2012), “Deltedio” (Editorial Hoy no he visto el paraíso, 2014) y Aurea Mediocritas (Eriginal Books, 2014), así como “La estancia”, apuntes y recuerdos, Editorial Primigenio(2020). Sus poemas han aparecido en varios blogs y revistas literarias, tales como: Otro Lunes, Caña Santa, Inactual y La Peregrina. Textos suyos han sido traducidos al francés. Actualmente reside en Miami, Florida.

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