Entrevista a Mike Porcel

JOAQUÍN GÁLVEZ

Mike Porcel representa un rara avis dentro del panorama de la música cubana contemporánea. En primer lugar, porque a pesar de comenzar su carrera artística en un medio sumamente politizado, como lo fue el de la Cuba de los finales de los años 60, supo mantener su obra intacta de la típica contaminación ideológica inculcada por el discurso oficial de la cultura cubana. Los nueve años de ostracismo a que fue sometido en Cuba, en la década del 80, por querer abandonar la Isla durante el éxodo del Mariel, no consiguieron mermar su creatividad y criterio artístico, para hacerse en el exilio de una obra de gran calidad, en la que reafirma también su independencia en un medio musical donde prima la comercialización y el facilismo. Recientemente, Mike Porcel ofreció un concierto en La Otra Esquina de las Palabras, en el Museo Americano de la Diáspora Cubana, evento en el que se proyectó, por primera vez al público, el documental Sueños al pairo, un testimonio fílmico sobre la vejación a que fue sometido por parte del régimen castrista. A raíz de este acontecimiento, el cantautor cubano le concedió esta entrevista a Insularis Magazine.

El documental "Sueños al pairo", de los realizadores José Luis Aparicio y Fernando Fraguela, no solo puso tu nombre en la palestra pública, sino que contribuyó a que las nuevas generaciones de cubanos conocieran sobre tu vida y obra. ¿Qué importancia le concedes a este documental, no solo en el aspecto personal sino también el artístico?

 

Cierto, después del estreno del mismo, fue cómo si se destapara una "caja de pandora" que se mantenía silenciada; no solo durante los nueve años de "exilio interno", sino que se mantuvo (o trato de mantenerse) y me siguió fuera de Cuba.

La izquierda controla todos -o casi todos- los espacios culturales y funcionan como una especie de "mafia" poniendo obstáculos a todo aquel que no coincida o promulgue su agenda. Esa experiencia la sufrí durante mi estancia en España y luego menos pero también aquí en Estados Unidos.' 

El documental no solo corroboro a muchos (de los que conocían mi trabajo) que "Mike Porcel aún estaba vivo" y que, para colmo, seguía creando. Además, les mostró a muchos que habían nacido después de los acontecimientos del Mariel, (y que ni tenían idea de qué fue aquello) que Mike Porcel existía y que había sobrevivido 9 años y pico de injusta retención y prohibición para salir de Cuba. Gracias al documental muchos descubrieron un trabajo que haba sido silenciado por anos. Se escribieron crónicas maravillosas que aún conservo.

Sin dudas el documental ha sido (y es) un antes y un después en el aspecto personal y artístico. 

Imagen del documental Sueños al Pairo, de José Luis Aparicio y Fernando Fraguela

Llama la atención que "Sueños al pairo" fuera realizado por dos jóvenes cineastas cubanos que residen en Cuba, que se arriesgaron a hacer una obra contestataria dentro un régimen totalitario, razón por la que fue censurada; sin embargo, este documental pudo haberse realizado en el exilio cubano, donde existe la libertad y los recursos financieros para tal empresa. ¿Por qué crees que sucedió de esta forma?

 

Bueno eso es algo que siempre me pregunto y no doy con la respuesta...

Creo que se debe a la misma razón por la cual en todos estos años de exilio, -y ya son varias generaciones-no se ha creado una real digamos "alternativa cultural" a la "cultura oficial del régimen cubano".

Los artistas cubanos llegan y no encuentran un espacio para mostrar su arte. Eso solo favorece al régimen cubano.

Pienso que ha sido un gran error táctico por parte de las cabezas pensantes o dirigentes del exilio. De haberse realizado o construido ese "espacio" alternativo para la continuación de la cultura cubana en la diáspora, -cultura en general, no solo literatura- el régimen cubano no hubiera ganado tanto terreno con su propaganda, su discurso falso y en el fondo violento, de odio. Ha sido un gran error 

  

Aunque tuviste una relación cercana con miembros del Movimiento de la Nueva Trova, nunca te has considerado un miembro de dicho movimiento, a pesar de algunas coincidencias, como el tratamiento poético de las letras y ciertas influencias musicales. ¿Como tu obra se desmarca de este movimiento y por qué no te consideraste parte del mismo? 

 

Nunca me considere un "miembro o integrante de la Nueva Trova. Nunca comulgue con sus enfoques, ni con sus directivas, que poco tenían de artísticas y mucho de políticas. Además -como todo en Cuba- fui "integrado" al mismo, por decreto: porque todos los que hacíamos una canción con un texto más cercano a la poesía teníamos que estar agrupados en esa organización, que dirigía la Juventud Comunista. De no estar eso ya traía consecuencias siempre nefastas.

En mis inicios como cantautor, mi punto de partida para encontrarme como artista o las influencias que me marcaron nunca fueron el "trio de elegidos" del llamado movimiento. No digo nombres: creo que todo el mundo sabe a quienes me refiero. 

Nada que ver con ellos. 

De hecho, esto me causo muchas dificultades y me llevo a ser "encasillado" dentro de aquella definición tan absurda como ambigua -"problemas ideológicos"- que se le endilgaba a cualquiera que no hiciera una canción plagada de consignas. 

El Movimiento de la Nueva Trova estaba repleto de mediocres oportunistas que veían en esta agrupación la posibilidad de obtener un viajecito y de quitarse la "vigilancia y el baldón de encima. Todo el mundo sabe quiénes realmente tenían talento y no necesitaban para nada ser miembros de semejante engendro político.

El llamado Movimiento de la Nueva Trova fue (y digo fue porque no se si aún existe) un movimiento político -con el disfraz de una canción poética- y cómo tal fue un movimiento controlado y controlador. No creo que haya dejado ninguna huella importante desde el punto de vista artístico en la canción cubana. Las que quedan son de ese pequeño grupo de creadores talentosos que nunca necesitaron ser miembros de ese movimiento.

 

Emprendiste el camino al exilio en 1989, luego de nueve años de ostracismo en Cuba cuando se te negó la salida del país durante el éxodo del Mariel, y, desde entonces, has llevado a cabo una labor de rescate de tu obra, además de incluir temas nuevos en los cuatro cds que has grabado. ¿Te sientes satisfecho con lo que has podido lograr artísticamente en el exilio, a pesar de que los tiempos que corren nos son favorables para un artista con tu rigor creativo? 

 

Si y no...

Es cierto que desde que llegué a España, comencé a "tratar" de rescatar -como dices-, o de recuperar los años perdidos. Una labor difícil, ímproba, y al final bastante ingrata. Todo tiene su tiempo en la vida y el hecho de estar sacando a la luz canciones inéditas que habían sido engavetadas o algunas un poco más conocidas por haber sido grabadas por diferentes intérpretes, pero nunca por mí, 10 o 20 años después no es labor fácil.  

Tienes que poner de acuerdo lo que tienes almacenado en la trastienda del alma y lo que por ley de vida como creador, como artista quieres hacer en el momento. He tenido suerte, sin embargo. En España, la cantante cubano - española, Elsa Baeza, grabo un Cd titulado "Mis momentos felices", (que es el título de una de las canciones que integran el proyecto) con 7 canciones mías (algunas que no había estrenado) y un poema del poeta Alberto Baeza Flores (el padre de Elsa) titulado Vivir" que al llegar a España musicalice. 

Hice los arreglos musicales de todas las canciones y la producción musical. Me volví a sentir vivo de nuevo.

Después de 9 años de ostracismo, tocando en varias iglesias de La Habana como único contacto con la música desde el punto de vista externo o social, volví en España a retomar una faceta de mi trabajo como arreglista u orquestador que había comenzado durante mis años en Teatro Estudio como Director Musical y con dos de los primeros discos que grabo Amaury Pérez. 

Esa vertiente la he ido desarrollando en todos mis CDs. Mi buena fortuna me volvió a sonreír y bendecir trabajando estos CDs con un gran músico y productor Ricardo Eddy Martínez.

En cuanto a tu pregunta de "si me siento satisfecho"...en parte si, porque he logrado no solo sacar a la luz parte de mi obra que estaba sepultada en el olvido y otra que terminó de encontrar forma al salir de Cuba, me refiero al proyecto Ecos, Suite cubana para orquesta y banda rock, que quedo trunca luego de mi experiencia con "Síntesis".

En otra parte no, pues no solo quisiera poder presentar este proyecto al público en forma de espectáculo multidisciplinario, donde se integren la danza, la poesía, las artes plásticas, una orquesta y la banda de músicos en vivo.

Dices bien...los tiempos no son muy favorables que digamos para hacer arte serio. Las concesiones al mal gusto y la vulgaridad han llegado a un punto que se hace difícil encontrar artistas verdaderos y proyectos donde se haga música de verdad.

    

¿Qué has hecho para mantenerte fiel a tu concepción creativa dentro de un medio musical dominado por el facilismo y la incultura?  

 

Ser yo mismo, ...Seguir creando. Es lo que me mantiene vivo salga a la luz...o no.  ¿Cómo podría mirarme al espejo de no ser así?

Eso ya sería una segunda etapa del proceso creativo que sin la primera no tiene sentido.

Pero es parte de nuestro ser y quehacer como artistas. Hacemos música, poesía, arte para compartirlo con los demás. Si no se produce este contacto, esta comunicación, estamos o nos quedamos a medias.

Muchas veces he pensado en dejarlo todo y refugiarme en la belleza de la soledad creativa -que es realmente todo lo que necesito para sobrevivir- pero la fuerza de la música es tan grande que ...vuelvo a las andadas; vuelvo a caer en la tentación y termino presentándome en algún concierto.

 

Tu último Cds "Deja Vu" es una reafirmación de tu concepción creativa como cantautor por donde transita la influencia de la música clásica -sobre todo la barroca-, la música folclórica de diferentes regiones, el rock sinfónico, etc., ¿Como se fueron arraigando en ti esas influencias musicales y cómo te has valido de ellas en tus composiciones? 

 

Como te decía arriba en otra de tus preguntas, mis influencias son diversas.

La música clásica fue parte de mi formación como músico. Estudié guitarra clásica, aunque siempre supe que la guitarra clásica no era mi camino. Siempre me vi como un compositor, como un creador. Tuve excelentes maestros de música: Leopoldina Núñez, que fue mi profesora de guitarra; Harold Gramatges que fue mi maestro de contrapunto y orquestación; Ángel Vázquez Millares, que me enseñó a escuchar la música en sus maravillosas clases de apreciación musical, donde se escuchaba a Monteverdi y después a The Beatles; Alfredo Diez Nieto y Vicente González Rivera "Guyun" que fueron mis profesores de armonía clásica y armonía aplicada a la guitarra respectivamente. 

De joven, leí un libro maravilloso de Romain Rolland "Juan Cristóbal" que marco mi vida. Te diría que "Juan Cristóbal' fue lo que definió el camino a seguir. Tendría como unos 16 años cuando este autodescubrimiento ocurrió. 

Todas esas influencias que mencionas son las que han conformado al aún aprendiz de músicos y poeta que soy.   

 

El rigor musical de tus canciones está estrechamente ligado al de letras, en las que sobresale la impronta poética. ¿Qué importancia ha tenido en tu obra la poesía y los poetas?

 

Desde joven leía mucha poesía. Poco a poco esa lectura fue conformando un gusto, -supongo- un deleite por el uso y la belleza del lenguaje.

Creo que toda esa poesía que leí, todos esos poetas que me fueron moldeando la sensibilidad de la palabra han tenido una tremenda importancia en mi quehacer como cantautor... o en ese "inventor de canciones" en que derivé.

¿Recientemente ofreciste un concierto en la tertulia La Otra Esquina de las Palabras, en el Museo Americano de la Diáspora Cubana, donde asistió un público numeroso que te ha seguido durante años? ¿Qué importancia le concedes a estos espacios alternativos en la ciudad de Miami, donde hace años resides, y cómo han servido para difundir tu obra y la de otros artistas valiosos?

Sí, fue una noche inolvidable.

Espacios como el Museo Americano de la Diáspora Cubana son muy importantes y necesarios para presentar proyectos culturales, -conciertos en este caso-, que no encuentran cabida en muchos otros sitios de la ciudad.

Pienso que es imperativo que el exilio se replantee una política cultural consistente y coherente. La cultura es una de nuestras mejores armas contra el régimen cubano y lo mejor es que tiene perpetuidad y universalidad.  

Desde tus años en Cuba fuiste siempre un artista dado a la experimentación, en la que no faltaba la fusión música, poesía y teatro, tal como sucedió en "Qué hablen los poetas", sin contar que fuiste un pionero del Avant Garde musical cubano con el Grupo Síntesis. ¿Está aún en tus planes realizar proyectos como esos u otro tipo de proyecto nuevo?

 

Si, es parte de mi naturaleza como artista: la experimentación. No soy nada chovinista.

Me gustaría -como te decía- poder llevar al escenario ese proyecto Ecos y no solo para el público cubano o hispano parlante, sino al público de habla inglesa, que es al final, la mayoría. Ya tengo hecha la versión al inglés del proyecto y me gustaría mucho se pudiera concretar.

 


Joaquín Gálvez (La Habana, 1965). Poeta, ensayista, periodista y promotor cultural. Reside en Estados Unidos desde 1989. Se licenció en Humanidades en la Universidad Barry y obtuvo una Maestría en Bibliotecología y Ciencias de la Información en la Universidad del Sur de la Florida. Ha publicado los poemarios “Alguien canta en la resaca” (Término Editorial, Cincinnati, 2000), “El viaje de los elegidos” (Betania, Madrid, 2005), “Trilogía del paria” (Editorial Silueta, Miami, 2007), “Hábitat” (Neo Club Ediciones, Miami, 2013) y “Retrato desde la cuerda floja” (Poemas escogidos 1985-2012, Editorial Verbum, Madrid, 2016). Tiene inéditos los libros “Desde mi propia isla” (poesía) y “Para habitar otra isla” (reseñas, artículos y ensayos). Textos suyos aparecen recogidos en numerosas antologías y publicaciones en Estados Unidos, Europa y América Latina. De 2015 a 2017, fue editor y miembro del Consejo de Dirección de la revista Signum Nous. Desde 2009, coordina el blog y la tertulia La Otra Esquina de las Palabras. Es editor de Insularis Magazine, revista digital de Literatura, Arte y Pensamiento.

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